La web 2.0 no es un nuevo estándar, sino un nuevo modo de entender y usar la web
que quizá ya estaba en el germen de lo que Tim Berners-Lee pretendió
que fuera lo que, por oposición, ha sido la web 1.0: un entorno
colaborativo en el que empresas, instituciones, consumidores, usuarios
y ciudadanos pudieran compartir la información y el conocimiento. Hoy,
la generalización de modelos y funcionalidades web 2.0 alumbra
una forma distinta de consumir contenidos e información en la que los
clientes, a la par que consumidores, se convierten en parte activa de
la generación de esos mismos contenidos. Es lo que se ha dado en llamar
la "revolución de los prosumidores (productores y consumidores a un
tiempo)".