Cuando queremos conocer las características de un alimento solemos consultar la información nutricional que se muestra en su etiqueta. Así valoramos si es saludable o no, si “engorda” o “adelgaza”, si tiene mucho azúcar, etc. Ahora bien, esas interpretaciones no siempre son acertadas. Para evitar errores, conviene tener en cuenta algunas cuestiones básicas.