La escena se puede observar en cualquier máquina pública de 'vending', pero también en los supermercados. Un grupo de adolescentes de todas las edades simula estar haciendo la compra cuando en realidad lo que está haciendo es adquirir bebidas 'energizantes'sin ningún tipo de supervisión.
En estas edades, la cosa se agrava porque la ingesta de las mismas va acompañada, en muchas ocasiones, de alcohol, en un momento vital en el que, tal y como advierte la doctora Rosaura Leis, coordinadora del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (AEP), «los niños y adolescentes son organismos en crecimiento y desarrollo, tanto físico como psicológico´y social».