La COP16 de Biodiversidad en Cali concluyó sin acuerdos sobre financiación, dejando un sentimiento de decepción, ya que los países no lograron cerrar la brecha financiera necesaria para proteger la biodiversidad.
A pesar de algunos avances, como la creación de un organismo que defiende los derechos de las comunidades indígenas y progresos en la protección de los océanos, las tensiones y la falta de compromisos financieros han no han permitido llegar a acuerdos que impulsen el avance en la implantación de medidas clave en el ámbito ESG.
Se ha destacado la urgencia de actuar cuanto antes para proteger a la naturaleza, debido al aumento y empeoramiento de los desastres climáticos, la pérdida de biodiversidad o el aumento de las emisiones de gases GEI, entre otras.